Me planteo el dilema de siempre. ¿Muchos Tb repartidos en muchos discos o toda la información en un solo recipiente? No tiene por qué pasar nada y el espacio físico que se ahorra es mucho, pero... Como siempre digo, nadie está exento de sufrir un desafortunado accidente en el momento menos sospechado, y las causas pueden ser miles.
Evidentemente, damos por hecho que estamos entre conocedores del hardware y que el cuidado sería siempre el deseado, pero como tales también sabemos que este tiene vida útil limitada, aunque duerma entre algodones.
Atendiendo a la noticia precisamente, cabe pensar que el aumento progresivo de la capacidad en las unidades fabricadas y en la velocidad de transferencia de datos nos facilitará sustituir las susodichas cuando vayamos detectando que se acerca su fin. Pero la clave se encuentra en tu post, @amd125 . Los precios no han ido bajando demasiado en los últimos años, y eso evidencia que estas soluciones de gran capacidad seguirán siendo de acceso limitado por su elevado coste.
Paralelamente se abre una ventana: el mercado de los SSD sí se vuelve poco a poco más competitivo. Si bien en sus orígenes la fiabilidad era su punto débil como alternativa clara a los discos mecánicos, ahora se han consolidado en la durabilidad y en la eficiencia.
No obstante, el precio del Tb en unidad SSD sigue dejándolos muy lejos de los discos mecánicos, y si escala el tamaño en estos últimos al mismo ritmo que mejoran de precio los SSD, y a su vez aumenta el peso del material que movemos en nuestros ordenadores, personalmente veo que la situación será la misma que hace unos 12 años cuando fui a comprar mi primer disco duro "grande" (200Gb SATA - 139€): El almacenamiento a gran escala seguirá requiriendo una gran inversión, al menos si es nuevo de fábrica.
Perdonad el tocho, estaba reflexivo 😛
¡Saludos!