Es evidente de donde venimos, donde estamos y a donde vamos.
Venimos de una sociedad que ha sabido salir adelante con bienes duraderos y reparables. Hasta bien entrados los 90 era muy habitual llevar la tele o el video a reparar varias veces durante su vida util. Se hacia porque eran aparatos muy caros. Y eran caros porque los fabricaban personas en paises con unos estandares de vida igual o superiores a los nuestros.
Llega el sxxi y todo eso cambia. La tele se rompia, una nueva. Al DVD le costaba leer discos, uno nuevo. Lavadoras que duran 3 o 4 años, frigorificos que a los 8 estan hechos mistos, telefonos que caducan por moda cada dos años y un larguisimo etcetera. Parte fabricado por asiaticos con unos estandares de vida pesimos. Parte ensamblado en casa con componentes asiaticos de precio ridiculo.
Todo el mundo esta contento. Los consumidores están contentos porque pueden darse el lujo de estar constantemente estrenando aparatos. Los asiaticos están contentos porque les llega el dinero a espuertas.
China, que es la fabrica del mundo empieza a converger en estilo de vida. Los costes de fabricacion empiezan a parecerse a los occidentales y Africa no termina de ser la respuesta. Ya no existe un fabricante barato. Las materias primas son cada vez mas caras. La escasez de energia hace inviable frabricar a miles de kilometros de distancia. Empiezan tensiones geopoliticas de origen desconocido y con excusas que insultan la inteligencia del mas tonto, pero que les viene muy bien a ambas partes. A una para justificar inversiones cienmilmillonarias para recuperar la ventaja tecnologica. A la otra para justificar un estancamiento de la prosperidad por el cambio de era. Porque la era del usar y tirar se ha terminado.
Se repatría la producción porque ya no sale a cuenta este tipo de globabización. Y de repente volvemos a la casilla de salida.
Para dar la puntilla final, los legisladores deciden atacar donde mas les duele a los fabricantes de productos baratos: la calidad. Si China apenas podia competir con occidente rebajando al maximo todo tipo de estandares, ahora ya nadie se lo va a pensar. Fabricar componentes y ensamblar en casa ya es competitivo. Tan solo queda aflojar unos miles de millones por aqui y otros miles de millones por allá y en cuestion de no muchos años se abra recuperado la ventaja tecnologica.
El viaje no ha estado mal. Los currelas nos hemos creido reyes una temporada con nuestros flamantes aparatos eternamente nuevos. Y China ha pasado de ser un pais predominantemente rural y sin demasiadas expectativas, a una superpotencia mundial.
Pero el viaje no ha terminado aquí.