También es la forma que tienen de diferenciarse de los fabricantes chinos, sacar modelos con diseños exclusivos, nuevos materiales... para poder tener un nicho y crear imagen de marca, y todo eso cuesta mucho dinero en desarrollo y componentes. Huawei, Xiaomi, Oppo y demás marcas chinas pueden hacer mucho daño, y no quieren acabar como otras marcas anteriormente punteras como Blackberry, Nokia o Sony.
Antes tenías marcas que innovaban mucho como HTC, y ya nadie se acuerda de ellos.