Ni magia ni expediente X. Simple y llanamente las tarjetas incorporan chips, condensadores, pistas, diodos, resistencias, etc. y cualquiera de ellos puede fallar (defecto de fabricación, elemento anómalo, fallo de diseño, picos de tensión, …) y provocar que el dispositivo deje de funcionar.
Por fortuna no es frecuente en productos de cierta calidad pero es de lo más normal que ocurra en un cierto porcentaje (1-3%, mayor en productos de inferior calidad) de los productos comercializados.