Yo también soy testigo de esa arrogancia que comentas @cobito. Personas que en todo momento han despreciado la magnitud real (o potencial al principio) de todo esto, y que con el paso del tiempo y la proximidad de la realidad, han transformado su arrogancia en nervios y a veces, al extremo, en pánico.
Personalmente, tengo una prima afectada, y aunque ella es increíblemente fuerte desde que la vi nacer hasta hoy, y aunque los síntomas que tiene son bastante leves comparados con los de otros casos, jamás estaré tranquilo ni confiado mientras esto dure. Se está promulgando a todas horas la idea de que sólamente existe un porcentaje "reducido" de población que es más vulnerable al virus, el llamado "grupo de riesgo" (tercera edad, personas con patologías previas...), pero está siendo inevitable conocer casos personales, narrados en privado por personas de confianza, testigos presenciales, de tú a tú, en los que está muriendo gente de cualquier edad y sin patologías previas.
No pretendo ser alarmista, sino recalcar la necesidad de desterrar cualquier pensamiento de superioridad o de despreocupación frente a esta realidad. Pensar aún que todo esto es "exagerado" o que "no es para tanto", me parece de una irresponsabilidad y una falta de contacto con la realidad brutales.
Desde aquí aprovecho para mandar a todos un abrazo muy grande y muchísima fuerza, sobre todo a quienes tienen seres queridos de avanzada edad, que efectivamente son población de más riesgo, pero no los únicos seriamente vulnerables.
Por lo demás, estoy procurando pasar el confinamiento lo mejor que se puede, desconectando en la medida de lo posible de las redes de "desinformación", incluso tratando de no cruzarme con cifras cuando busco cosas en internet, por salud mental como comentáis. Estoy tratando de ponerme al día con juegos, libros, películas... En definitiva, material de ocio que tenía pendiente, aunque verme con tanto tiempo por delante me ha hecho ambicionar muchísimo y me está costando organizarme, la verdad.
Echo de menos tener un espacio donde dedicarme a absolutamente todo, ya lo echaba de menos antes, pero ahora con tanto tiempo libre obligado, como que hasta da coraje. Tengo un par de proyectos de motos clásicas y podría estar restaurándolas ahora mismo con toda la paciencia del mundo. Tengo algún proyecto de modding inacabado que también podría estar rematando. Tengo que cambiarle al coche un elevalunas, que incluso lo compré dos días antes del confinamiento y ahí está, muerto de risa. Tengo una reforma que hacer en casa de un amigo, estábamos preparándonos para ello con muchísima motivación y entonces, llegó el estado de alarma.
En definitiva, todo cosas sin importancia comparadas con la magnitud vital de todo esto, pero es la muestra de que los días enteros para pensar dan para hacer un viaje por todos los aspectos, detalles, ideas o preocupaciones que una mente creativa puede desarrollar en el tiempo.
Un abrazo enorme a todos. Mucha fuerza y ánimo, que aquí seguiremos, al pie del cañón.