Ahora soy el afortunado poseedor de una caja de aluminio. Eso sí, he pasado mis experiencias con el acero y os aseguro que no pienso volver ni aunque me pagaran.
Uno. El peso, como habéis dicho, es fundamental. Mi caja genérica era esquelética: no traía prácticamente ningún componente no imprescindible, el acero era de 0.8… La Lian-Li, a pesar de tener muchísimas cosas más, pesa mucho menos. No veáis la risa cuando veo la cara de esfuerzo de mis colegas transportando una Antec o una Chieftec de diez o doce kilos en vacío, comparados con los 5 de la Lian-Li.
Dos. Sobre la temperatura, no es despreciable. Las diferencias pueden ser dos grados, pero también pueden ser de seis, siete o más (como en mi caso). Y son seis o siete grados menos en la placa, en los discos, y en la fuente de alimentación (dios bendiga a las fuentes que se mueven por sensores térmicos). En placa tengo unos bonitos 21ºC, y no están medidos en invierno, están medidos este fin de semana, en privamera y con el calor de la tarde. En la caja antigua tenía más de 30ºC (bien es cierto que la caja antigua no tenía un extractor superior, pero tenía dos ventiladores, uno delante y otro detrás).
Además, la gracia no está solamente en la circulación del aire, está en la disipación que proporciona el propio aluminio, que actúa como un radiador gigante:
a) Por bien creado que esté un circuito de aire, el aire de la caja estará siempre más caliente que el de fuera. Una caja de aluminio reduce enormemente estas diferencias.
b) El calor de los componentes, que en las cajas de acero se acumula o, mejor dicho, se irradia en mucha menor superficie (no os digo ya en cajas de meta). Realizad las dos siguientes pruebas:
- Poner la mano en el lateral que no está en contacto con la placa base y la otra mano en el lateral en el que está puesta la placa base. Comparar.
- Poner la mano en la parte superior justo encima de la fuente de alimentación y luego irla deslizando hacia adelante. Habrá una "zona caliente" cercana a la fuente, y el descenso en temperatura será bastante pronunciado a unos 4 ó 5 cm. de ella.
Estos dos efectos, en caja de aluminio, no se dan; o mejor dicho, son inapreciables. Existe un reparto muchísimo más uniforme del calor y, por tanto, una mejor radiación al existir mayor superficie radiando calor al exterior.
Tres. Estéticamente, una caja bien acabada en aluminio queda mucho mejor que una de acero. Si no, preguntaros por qué muchas cajas vienen con 'look' a aluminio, y por qué muchas cajas de aluminio no vienen pintadas, o con frontales totalmente de plástico. No es sólo por cuestión térmica, sino por cuestión estética.
Y Cuatro. Ahora, las cajas de acero han mejorado bastante. Quitando el tema del peso, las cajas de Chieftec por ejemplo son buenísimas. Pero antes era bueno el axioma de "si la caja es de aluminio, debe ser cojonuda". Ahora las diferencias se han acortado, pero generalmente, (recalco generalmente, no siempre) una caja de aluminio sigue siendo, aunque por menos diferencias, de mejor calidad que una de acero.