La última vez que trasteé con servidores de juegos fue con Counter-Strike Source (del que hice una pequeña guía), así que estoy bastante desactualizado.
Por poder se tiene que poder. Al final cualquier máquina que cumpla con la arquitectura y el sistema operativo va a funcionar. Y si es una CPU relativamente reciente, va a cumplir con las necesidades de rendimiento.
En su época (2005-2006) el servidor de CS:S necesitaba una máquina relativamente exigente que, en su momento, fue un Athlon XP 2000+ con 512MB de RAM. En aquel momento, el mayor cuello de botella era la conexión a Internet porque tenía sólo 1Mbps de subida, por lo que había que jugar mucho con la parametrización del servidor para que entraran la mayor cantidad de jugadores posible. Y eso sin contar con el ping que añadía el ADSL (aunque estuviera en modo fastpath). A día de hoy, esa limitación ha desaparecido completamente.
Aquí la única cuestión es si merece la pena. No creo que un servidor de juegos sea especialmente paralelizable en cuanto a CPU se refiere, así que a no ser que vayas a poner a funcionar unos cuantos servidores simultáneamente, es posible que una máquina con un doble Xeon acabe estando demasiado desaprovechada.